SEO+SM = Social Media Optimization

Las estrategias de SEO y de Social Media están cada vez más relacionadas, por lo que toman importancia tanto los aspectos técnicos, como los contenidos y medios sociales a la hora de posicionar una web.

La estrecha relación entre el SEO y las acciones en medios sociales hacen pensar en una evolución de las estrategias de posicionamiento orgánico de las webs (SEO) hacia estrategias más globales. Por este motivo a menudo se habla de estrategias en Social Media Optimization (SMO).

Se trata de una tendencia previsible que responde a la voluntad de premiar en los buscadores aquellas webs que aplican un SEO cualitativo y no cuantitativo. En este sentido, se favorece en temas de posicionamiento natural las empresas que buscan hacerse un sitio en los buscadores a partir de la construcción de relaciones fuertes en la red y de potenciar contenidos interesantes. Y en cambio se penaliza a aquellos que apuestan por conseguir una gran cantidad de enlaces y para crear textos con muchas palabras clave sin tener en cuenta el usuario.

Ahora, parece que las previsiones se han confirmado desde que hace unos meses Google anunció el nuevo algoritmo Hummingbird, que precisamente pretende dar fuerza a los contenidos de calidad y a la actividad en las redes sociales como criterios para determinar el posicionamiento natural de los sitios web. De hecho, el cambio de algoritmo más destacable que ha hecho Google hasta ahora tiene como objetivo final adaptar las búsquedas a los dispositivos móviles, redes sociales y búsquedas de voz.

Por este motivo, es importante que los contenidos de la web estén enfocados a los usuarios, sean comprensibles y, evidentemente, se adecuen a la actividad, imagen y personalidad de la empresa. Del mismo modo, tener presencia en las redes sociales, publicar contenido de interés para el público y crear enlaces o potenciar el linkbuilding, ayudará una web a posicionarse en los buscadores.

Además, a la hora de adaptarse al nuevo algoritmo de Google destacan las relaciones que la marca construya en la red, o sea, las personas o perfiles online con los que la empresa se relacione a través de redes sociales, blogs, etc. A medida que la empresa interactúe con otros usuarios, obtenga seguidores, su contenido se comparta y difunda, consiga enlaces reales y se convierta en una fuente de información para otros perfiles, adquirirá el que Google llama “autoridad”, una calidad que aportará grandes beneficios al SEO.

¿Qué pasa con las optimizaciones técnicas?

A pesar de la importancia de la presencia en medios sociales, evidentemente los aspectos técnicos continúan siendo cruciales para favorecer el posicionamiento web. Así pues, no podemos dejar de lado la optimización de títulos, cabeceras H1, , H2,… e imágenes, introducción de metatags, diseño de una buena estructura de menús, alojar la web en un servidor fiable, creación de URL amigables, hacer las redirecciones necesarias u optimizar el tiempo de carga de una web.

¿Y las palabras clave?

Otra de las preguntas lógicas de plantearse, es qué pasa con las palabras clave. El uso de keywords, tanto en la web como en medios sociales, sigue siendo válido, pero abusar ha dejado de ser una ventaja para cualquier empresa. Además, tal y como sucedía con los contenidos y publicaciones las palabras clave deberán enfocarse al usuario, con frases como “¿dónde puedo comprar libros en Girona? “, de manera que resulten más conversacionales.

La situación actual constituye un reto para todas las empresas, pero también se trata de una oportunidad para todos aquellos que apuestan por la calidad, el trabajo bien hecho, y la constancia a la hora de gestionar su presencia en la red y, sobre todo, de diseñar una buena estrategia de SEO.